Ana María Rodríguez: "Las mujeres queremos empleo porque trabajo ya tenemos"

  • En el día contra la brecha salarial, CCOO denuncia que las mujeres tendrían que trabajar 103 días más al año para ingresar lo mismo que los hombres
  • La secretaria de Igualdad advierte de que la equiparación en lo económico y en lo laboral "es la puerta de entrada a la autonomía y a la libertad"

Asturias presenta la brecha salarial más amplia por comunidades autónomas: un 28,2% frente al 17,2% de media estatal. Así lo recoge el informe elaborado por CCOO de Asturias con motivo del día contra la brecha salarial que se celebra hoy, 22 de febrero.

22/02/2019.

De acuerdo con los últimos datos disponibles, en 2016 las trabajadoras asturianas ingresaron por término medio 13,02 euros brutos por hora normal de trabajo, lo que representa un 22% menos que lo percibido por los hombres, y un 0,5% menos que un año antes. Con ello, la brecha se sitúa en el 28,2%, pues tal es el incremento que precisa su retribución por hora para igualar la de los hombres, lo que equivaldría a trabajar 103 días más sobre los 365 que tiene el año. Y ocurre además que el salario medio por hora de las trabajadoras asturianas es inferior al de las españolas, cuando entre los trabajadores varones ocurre lo contrario. Otro dato: el salario medio de las asturianas ha crecido menos que el de los asturianos entre 2008 y 2016 (un 7,6% frente a un 11,6%).
 
Por otra parte, según la Agencia Tributaria, las trabajadoras asturianas ingresaron una media de 16.685 euros en 2016, 6.274 menos que los trabajadores varones, que percibieron 22.959. Así las cosas, al cabo del año los ingresos salariales de los hombres fueron un 37,6% superiores a los de las mujeres.
 
Tal como recoge el informe de nuestro sindicato, en la mayoría de las ramas del sector servicios, precisamente las más feminizadas, se dan los salarios más bajos y la mayor brecha salarial. No obstante, en todas las ramas de actividad los ingresos salariales medios de los hombres están por encima de los percibidos por las mujeres.
 
Entre las conclusiones del estudio se destaca finalmente que la recuperación económica que se registra desde 2014 no ha reducido la brecha salarial ampliada tras la última década.
 
 

ANA MARÍA RODRÍGUEZ: ?Con más feminismo y más sindicalismo lograremos una igualdad real para la clase trabajadora?
 
Las mujeres seguimos siendo mayoría en el desempleo, especialmente en el de larga duración). Nuestro acceso al mercado laboral está condicionado por la segregación. El empleo a tiempo parcial sigue teniendo nombre de mujer, a la vez que somos campeonas de la temporalidad.
 
No tenemos un empleo a tiempo parcial porque así lo queramos, sino porque es muy difícil, por no decir imposible, encontrar un empleo a tiempo completo porque se nos sigue considerando las cuidadoras de menores, personas mayores, adultos enfermos o incapacitados.
 
Hay por lo tanto una brecha en el desempleo, ya que nuestra tasa de paro es mayor; brecha en la tasa de actividad; brecha en la tasa de empleo, a pesar de que haya más mujeres desempleadas son menos las que encuentran empleo; y todo ello ocasiona que haya una brecha de género en las pensiones.
 
Todas estas brechas de género, que nos acompañan a las mujeres durante toda nuestra vida, causantes de la brecha salarial, son ocasionadas por la división sexual del trabajo. En general, en las sociedades patriarcales en las que vivimos, hombres y mujeres seguimos sin ser socializados con los mismos parámetros. Es necesario acabar con los estereotipos sexistas.
 
Con el acceso al mercado laboral comienzan nuestras dificultades (segregación horizontal, vertical suelo pegajoso, techo de cristal, precipicio de cristal?). A pesar de la igualdad FORMAL entre hombres y mujeres, muchas instituciones siguen en parte lógicas culturales que impiden alcanzar la igualdad en dos ámbitos vitales, el empleo y la familia.
 
Esta desigualdad de género limita nuestra independencia económica y reduce nuestro nivel de autonomía. La desigualdad entre hombres y mujeres no se explica sin la desigualdad salarial, pero la desigualdad salarial por sí sola no explica la desigualdad entre mujeres y hombres.
 
Las mujeres seguimos asumiendo una mayor carga de trabajo doméstico y de cuidado. Por lo tanto, la corresponsabilidad hoy más que nunca es un pilar esencial, una estrategia igualitaria cuyo objetivo fundamental es la desestructuración de la división sexual del trabajo.