Asturias, en un momento decisivo

  • Tribuna de José Manuel Zapico, secretario general de CCOO de Asturias, en "El Comercio", con motivo del Día de Asturias

No hay mucho que celebrar. Hemos vivido meses durísimos y nadie ha quedado al margen del dolor provocado por el coronavirus. Además de la pérdida de vidas, la pandemia ha provocado la mayor crisis económica de nuestro tiempo y nos ha recordado dos cosas muy importantes: la fragilidad de un modelo económico obsesionado con el máximo beneficio y la enorme desigualdad, auténtica ‘cara B’ de nuestras sociedades.

08/09/2020.
Tribuna de José Manuel Zapico en El Comercio

Tribuna de José Manuel Zapico en El Comercio

Tenemos por delante meses llenos de incertidumbre y amenazas, entre ellas que la epidemia vuelva a poner contra las cuerdas a nuestra sanidad pública o se transforme en una peste negra laboral. Afortunadamente, los acuerdos que hemos logrado con el Gobierno para poner en marcha mecanismos como los ERTE han evitado la destrucción de empleo protegiendo a millones de familias trabajadoras en nuestro país. Ahora toca mantenerlos y ampliarlos porque, de lo contrario, el otoño puede ser el inicio de un largo y duro invierno.
Desde el inicio de esta crisis, en CCOO nos hemos esforzado para estar a la altura. Somos el primer sindicato de Asturias y eso suponía una mayor responsabilidad, por eso hemos movilizado todos nuestros recursos para atender una avalancha de consultas, para resolver los problemas que se producían en los centros de trabajo, para estar al lado de las trabajadoras y trabajadores durante el confinamiento. Nuestro objetivo fue que ninguna persona quedara abandonada a su suerte.
En abril también pusimos sobre la mesa un Plan Asturiano para la Recuperación (PAR) con cincuenta medidas urgentes en torno tres grandes ejes: blindar el sistema sanitario y sociosanitario; rescatar la economía real, proteger el empleo e invertir en futuro; y luchar contra la desigualdad para proteger a las familias con menos recursos y más vulnerables. Fuimos la primera organización que presentó una iniciativa de estas características, con acciones concretas para afrontar tanto la epidemia como la crisis económica. Éramos muy conscientes de la necesidad de reaccionar, de anticiparnos, de reforzar la inversión pública para proteger la salud pero también la economía y el empleo.
El Plan que defendimos desde CCOO en abril sentó las bases del acuerdo que alcanzamos Gobierno del Principado y agentes sociales en agosto: la Concertación para la Recuperación Económica de Asturias (CREA). Un pacto que moviliza un mínimo de 640 millones de euros para crear empleo, apoyar a las empresas, impulsar la igualdad entre hombres y mujeres, apostar por el desarrollo tecnológico, la formación y el talento o garantizar los medios para impedir que trabajar pueda costarnos la vida.
En esta crisis hemos sido exigentes pero responsables porque sabíamos que era el momento de arrimar el hombro y poner sobre la mesa soluciones, propuestas serias y viables. La concertación no es un cheque en blanco al gobierno, al contrario, es un plus de responsabilidad para el Principado porque ahora no hay excusas para fracasar.
Nadie puede cuestionar que nos enfrentamos ante un reto colosal, un desafío que trasciende fronteras. La Unión Europea parece que asume una apuesta ambiciosa: salir de esta crisis mediante la movilización de cientos de miles de millones de euros para financiar la recuperación económica, impulsar la transformación digital y apostar por la transición ecológica.
La terrible paradoja es que esta crisis puede ser quizás la última oportunidad para Asturias, la última oportunidad para subirnos al tren del futuro. Tenemos por delante dos opciones: continuar sin hacer los deberes o remangarnos y ponernos manos a la obra para afrontar las asignaturas pendientes, diversificar y fortalecer nuestra economía, crear empleo con derechos y garantizar la igualdad de oportunidades. CCOO lo tiene claro.
En el pasado se han cometido muchos errores y no debemos permitirnos el lujo de tropezar con las mismas piedras. No podemos improvisar, debemos huir de las ocurrencias, hay que garantizar tolerancia cero con el clientelismo y ser inflexibles con los incumplimientos. No hay excusas.
Las crisis son una prueba de fuego para los liderazgos. Ahora más que nunca necesitamos que los gobiernos sean capaces de anticiparse, demostrar diligencia y eficacia, y ser proactivos en la búsqueda de grandes acuerdos estratégicos. No son tiempos de palabras huecas sino de hechos concretos. A quienes están en la sala de mando les corresponde generar oportunidades y aprovecharlas, sembrar presente para recoger futuro porque Asturias vive momentos decisivos.
Hoy, Día de Asturias, es también una buena oportunidad para estar orgullosos de los valores que nos caracterizan como sociedad: la solidaridad, el compromiso, la generosidad, el diálogo o la capacidad de esfuerzo forman parte de nuestra cultura porque han sido transmitidas de generación en generación. En el pasado hemos aprendido que la resignación no resuelve problemas, que es necesaria la organización y la unión para avanzar en más derechos y más igualdad.
¡Puxa Asturies!