Comisiones Obreres d'Asturies | 29 marzo 2024.

Triste navidad para el empleo

  • Tribuna de Úrsula Szalata, responsable de Empleo de CCOO de Asturias, en "El Comercio"

05/01/2021.
Triste navidad para el empleo

Triste navidad para el empleo

El brutal impacto de la pandemia sobre el empleo se está haciendo notar aún más en estas últimas semanas. Porque las severas restricciones impuestas a la actividad económica, particularmente al comercio y la hostelería, han echado por tierra las previsiones de contratación de muchas personas que tenían la esperanza de trabajar en la temporada navideña y que se han quedado sin un empleo que llevarse a las manos, sin un salario con el que volver a casa.

De hecho, los datos son reveladores del alcance de este drama: en noviembre se firmaron en Asturias únicamente 18.486 contratos, 10.197 menos que hace un año, un descenso nada más y nada menos que del 35,6% (el 41,2% si nos atenemos al sector servicios). Jóvenes y mujeres hemos sido las más afectadas por este desplome inaudito de la contratación.

Como sabemos, en todo caso sería un alivio temporal: se trataría de contratos con fecha de caducidad, mayormente precarios, en sectores que tradicionalmente ya lo son. Porque al margen de la pandemia, nuestro mercado laboral sufre enfermedades endémicas: paro, precariedad, pobreza laboral, baja cobertura por desempleo. 

La alta rotación de la contratación en el sector servicios hace que una misma persona esté entrando y saliendo del empleo, incluso en la misma empresa, desarrollando el mismo trabajo. Y entendemos justificado y razonable este tipo de contratos durante los picos de producción, o en campañas puntuales, como es la navideña, pero no se sostiene como modelo perverso y abusivo de contratación. Por ello estamos también exigiendo más recursos para que la Inspección de Trabajo persiga el fraude.

Hablábamos antes de jóvenes, de una generación que lleva sufriendo ya dos crisis y que está siendo triturada: con mínimas oportunidades de empleo (España encabeza en Europa la lista de jóvenes menores de 25 años sin empleo y la tasa de paro juvenil en Asturias alcanza el 40%), malviviendo con trabajos precarios y peor remunerados, con apenas derechos laborales. Paradógicamente, se trata de una generación vital para Asturias si quiere fijar población y combatir el envejecimiento, si quiere tener futuro.

Y hablábamos de mujeres. De las más de 45.000 privadas de empleo en nuestra región más de la mitad son mayores de 45 años, muchas apartadas del mundo del trabajo por carecer de medidas y apoyos para compatibilizar su vida familiar y su carrera profesional. En esa dirección apuntan los datos sobre quién adopta las medidas de conciliación en las empresas. Así que somos nosotras quienes nos acogemos a las reducciones de jornadas (ya escasas, pues copamos también la contratación a tiempo parcial) y las excedencias por cuidados. Una vez expulsadas del trabajo, se hace difícil volver a la empresa.

Y cómo no hablar del empleo doméstico, que ocupa a unas 8.000 mujeres en Asturias, que cotizan al régimen “especial”, sin derecho al desempleo. A finales de marzo se aprobó un subsidio extraordinario para compensar la pérdida de ocupación y la reducción de ingresos, pero ha empezado a cobrarse ahora y sólo llega a una pequeña parte, dejando fuera a miles de ellas que se ven obligadas a trabajar sin contrato ni cotización a la Seguridad Social.

Así es. Pero no tiene por qué ser así. CCOO lleva décadas advirtiendo de la precariedad y denunciando los abusos, el falso empleo autónomo o las condiciones de las trabajadoras de ayuda a domicilio. También la precariedad en la contratación de las Administraciones, con personal eventual firmando contratos por días.

Como primer sindicato de este país tenemos capacidad de movilización y negociación, y tenemos propuestas. Lo hemos demostrado en el diálogo social, a nivel estatal, pactando medidas que han evitado oleadas de despidos. También en Asturias, firmando un acuerdo de concertación de emergencia, que contiene valiosas iniciativas para crear empleo, apoyar a las empresas, apostar por el desarrollo tecnológico, la formación y el talento, y garantizar los medios para impedir que el trabajo pueda costarnos la vida.

También acabamos de defender, con nuestra comparecencia en la Junta General del Principado, unos presupuestos sociales y expansivos para minimizar el impacto de esta crisis laboral, económica y social sin precedentes.

Queremos ser optimistas, pero ante los grandes desafíos que tenemos por delante no podemos dejar escapar las oportunidades. Porque no habrá muchas.