Comisiones Obreres d'Asturies | 29 marzo 2024.

“El mantra de la patronal es mentira, subir el SMI no destruye empleo, solo combate la pobreza laboral”

  • “Ayudará a reducir la brecha entre hombres y mujeres, porque ellas trabajan en los sectores con sueldos más bajos, y beneficiará también a las personas jóvenes, que sufren más la precariedad”, señala el secretario general

“Precisamente la reforma laboral ahora derogada y los recortes laborales y salariales impuestos por la derecha provocaron en la última década que aumentara exponencialmente el número de trabajadores pobres en nuestro país. No es casualidad que seamos el tercer país de la UE con mayor pobreza salarial, por detrás de Grecia y Rumanía”, explica Zapico. “Subir el SMI a 1.000 euros es una decisión justa y responsable, es el camino para combatir la desigualdad y proteger más a las familias con menos recursos”.

13/02/2022.
Subida del SMI

Subida del SMI

La subida del salario mínimo, hasta alcanzar en la legislatura el 60% del salario medio, era además un compromiso del Gobierno para cumplir con la Carta Social Europea. “La subida acordada ahora no deja de ser un paso en esa dirección. Es además de justicia social y equidad retributiva porque beneficia al colectivo más débil de la cadena laboral”. 

Según un estudio elaborado hace unos meses por el gabinete económico confederal de CCOO, el 78% de las personas que ingresan el salario mínimo trabajan en los servicios, la mayoría mujeres, en sectores tan precarios como la ayuda a la dependencia, el trabajo en el hogar o la hostelería

Pero, además, no solo es España. La mayoría de países de la UE lo han subido en el último año, de media un 6%, incluyendo a Francia (3,1%), Alemania (3,4%), Portugal (6%), Hungría (19,5%), mientras España lo había hecho hasta ayer el 1,6%.

Los datos desmienten el discurso del miedo de la patronal, cuando el año pasado dijo que subir el salario mínimo provocaría una catástrofe económica en nuestro país, porque subió el salario mínimo y se creó empleo”. Por otra parte, “el problema de las pequeñas y medianas empresas no es el salario mínimo, sino la escalada brutal de los precios de la electricidad y la gasolina, pero es más fácil cargar las tintas contra los trabajadores que meterse con el oligopolio eléctrico o el sector energético”.

En todo este proceso, “la patronal muestra una preocupante insensibilidad con la clase trabajadora más débil, y parece que nunca es el momento para ella de ayudar a quien más lo necesita”. 

Por cierto, el señor Garamendi, presidente de la CEOE, percibe un sueldo anual de 300.000 euros… mínimo. Una retribución “humilde”, según sus propias palabras.

Audios asociados

Zapico resalta que subir el SMI es una decisión justa y responsable