La hora de los salarios

  • Tribuna de José Manuel Zapico, secretario general de CCOO de Asturias, en "El Comercio"

30/06/2022.
Tribuna de José Manuel Zapico en "El Comercio"

Tribuna de José Manuel Zapico en "El Comercio"

El 13 de junio decenas de personas, la mayoría mujeres y jóvenes, se concentraban en Oviedo para reclamar un nuevo convenio colectivo en el sector del telemarketing, coincidiendo con una jornada de huelga en todo el país. Un convenio que acabe con la precariedad, con los bajos salarios, el abuso de las jornadas parciales, que favorezca verdaderamente la conciliación y evite los riesgos sicosociales que provocan los elevados niveles de exigencia de los servicios que prestan. Un empleo decente para una vida digna.

Durante la concentración, CCOO recordó que desde finales de 2019, en que se firmó el anterior, las trabajadoras y trabajadores de los “contact center” tienen congelados sus sueldos, que rondan los 800 euros brutos mensuales, y han perdido por término medio un 10% del poder adquisitivo. 

No es el único caso. Un informe elaborado el pasado año por nuestro sindicato sobre el sector de la hostelería subrayaba que desde 2011 los salarios apenas se habían incrementado el 0,7%, mientras los precios crecían el 9%, con lo que habían perdido 8,3 puntos de poder adquisitivo. Y podríamos seguir.

Lejos de mejorar, la situación en los últimos meses ha ido a peor. Ciertamente, unas personas lo sufren más que otras. Lo sufren más (por supuesto, quienes se encuentran en paro) los trabajadores y trabajadoras pobres, que aun teniendo empleo no logran cubrir dignamente sus necesidades básicas, y la mayoría de personas que trabajan como autónomos y asalariadas, que ven cómo sus ingresos quedan sepultados por los gastos antes de llegar a final de mes.

Lo estamos viendo: los precios suben y los salarios no. Con los datos de abril (tal como recoge el último informe elaborado por nuestro sindicato), el incremento salarial medio pactado está muy por debajo de la inflación actual y prevista: la pérdida media de poder adquisitivo ronda los 5,4 puntos para los asalariados y asalariadas con convenios negociados en Asturias. Y la realidad es mucho más angustiosa que los datos.

Por eso es tan importante incluir en los convenios cláusulas de salvaguarda para proteger la capacidad adquisitiva de los trabajadores y trabajadoras y evitar un fuerte descenso de los salarios en términos reales, cuestión fundamental también para mantener el consumo y no frenar el crecimiento económico.

Y hay margen para hacerlo, para que crezcan sin generar inflación ni provocar la destrucción de empleos. Porque mientras los salarios soportan fuertes pérdidas de poder adquisitivo, las empresas están elevando los precios para repercutir las subidas energéticas y mantener los beneficios. Y los sindicatos hemos planteado incrementos salariales más que razonables: 3,5% para 2022; 2,5% para 2023; 2% para 2024.

Además de exigir cláusulas de revisión salarial en los convenios, cuando no se den incrementos que garanticen el poder de compra, estamos proponiendo un pacto de rentas que reparta los costes de la inflación y limite los beneficios empresariales. Ya lo hemos advertido: o hay reparto o habrá conflicto.

Fruto de un sistema de libre mercado, injusto y descontrolado, la clase trabajadora lleva quince años pagando los platos que no ha roto. Los salarios ya descendieron con fuerza con la aprobación de las reformas laborales de 2010 y 2012, y a pesar de la recuperación económica que se produjo a partir de 2013, el salario real por desempeñar el mismo trabajo todavía era en 2019 un 7,0% inferior al que se cobraba en 2008. Además, Asturias es una de las regiones donde la devaluación salarial ha sido más intensa. Pero encima el ajuste salarial se concentró en aquellos estratos que ya contaban con unos salarios medios más reducidos. Es decir: a quienes menos ganaban se les obligaba a ganar todavía menos.

Por eso ahora no vamos a permitir que una crisis de precios que no hemos generado los trabajadores y las trabajadoras la paguemos mediante una intensa devaluación de los salarios.

Tenemos un grave problema de injusticia salarial en nuestro país que urge corregir. La clase trabajadora no ha dejado de arrimar el hombro. Ahora les toca a los empresarios, que pueden hacerlo. Y deben hacerlo porque sin salarios decentes no habrá recuperación económica, solo miseria.