En deuda con David Ruiz

  • Tribuna de José García, historiador y miembro del patronato de la Fundación Juan Muñiz Zapico de CCOO de Asturias, en "El Comercio"

02/03/2022.
En memoria de David Ruiz

En memoria de David Ruiz

Desde el sindicato CCOO de Asturias y su fundación cultural “Juan Muñiz Zapico” queremos sumarnos al homenaje, por desgracia póstumo, al historiador David Ruiz (1934-2022).

La vinculación de David Ruiz con el movimiento sindical de las Comisiones Obreras, surgido durante la dictadura franquista, no fue solo de investigador pionero sobre el movimiento obrero en Asturias, sino también orgánico, al fundar y dirigir la sección de historia de la Fundación 1º de mayo de CCOO entre 1990 y 1994, periodo en el que contribuyó a la creación de una red de archivos de la federación sindical, y en la que dirigió a otros 25 autores en la “Historia de las Comisiones Obreras 1958-1988”. 

 Esa obra de referencia, publicada en 1993, hace un primer relato razonado y crítico de la historia y la actividad del sindicato, y ofrece una perspectiva territorial, muy meritoria sobre todo en zonas del país donde no existían monografías previas, ni siquiera depósitos documentales básicos para iniciar tan ímproba tarea. En este libro, su director, redactó el capítulo correspondiente a las actitudes obreras en las primeras décadas de la dictadura franquista (1939-1958).

Como historiador social no puedo olvidar lo que escribieron, hace ya 129 años, Sidney y Beatrice Webb, en el prólogo a su monumental “Historia del sindicalismo 1666-1920”: “La historia de un estado perfectamente democrático sería, al mismo tiempo, la historia de un gobierno y un pueblo. La historia del sindicalismo es la historia de un estado dentro de nuestro estado, una historia tan cabalmente democrática que conocerla bien significa conocer al obrero británico como nunca podrá llegar a hacerlo ningún lector de historias de la clase media”. 

La historia del movimiento obrero y de la revolución asturiana de 1934 fue la principal vocación intelectual de David Ruiz, y en ambos campos pudo hacer avanzar el conocimiento histórico, en tiempos nada propicios para su estudio en nuestro país.

La vinculación de David Ruiz con la Fundación Juan Muñiz Zapico fue estrecha, asesorando a sucesivos responsables, desde su fundación en 1990, para la constitución y funcionamiento de una entidad cuyo objetivo primordial es preservar la memoria del movimiento obrero, a través de investigaciones, publicaciones, exposiciones y otras actividades, así como fomentar y difundir la cultura del sindicalismo, más concretamente la historia de CCOO, y del mundo del trabajo. 

 El sindicato CCOO, como otras muchas entidades culturales en las últimas décadas, y en momentos más difíciles y dictatoriales, siempre contó con la colaboración de David Ruiz, ya fuera en labores organizativas, de consejo, de colaboración o mediante su participación, siempre generosa, en actos, cursos y jornadas culturales. 

Hace años, comentaba a alguno de sus alumnos de la Universidad de Oviedo, que de lo que más orgulloso se sentía como docente de Historia no era solo de las numerosas promociones de alumnado de instituto y universitario que habían recibido su enseñanza, ni de las muchas vocaciones históricas despertadas, tesinas y tesis dirigidas o estudios publicados, sino de haber explicado temas de historia del movimiento obrero a grupos de sindicalistas de CCOO en el tardofranquismo y durante la Transición, en las jornadas formativas organizadas por el sindicato y el Partido Comunista.

Comisiones Obreras, siguiendo sus palabras, fue la organización “que muchos actores, durante años, entendieron como la herramienta más válida, entonces disponible, para liberarse de la tensión de vivir contradictoriamente el hecho sindical tradicional y, en su lugar continuar utilizándolo en defensa de los intereses inmediatos de los asalariados en la sociedad capitalista sin por ello renunciar a la implantación del proyecto revolucionario renacido en la lucha contra la dictadura franquista”.

 Es de justicia que desde esta organización sindical, que también fue la suya, recordemos y honremos hoy al historiador que tanto hizo por recuperar la dignidad y la memoria del movimiento obrero asturiano, desde fechas tan tempranas como 1967, en que presentó su tesis doctoral en el aula magna de la calle San Francisco de Oviedo, arropado por docenas de asistentes que, como dice García Piñeiro, “allí congregados, en parte reclutados por el PCE entre los hijos y nietos de una clase obrera hasta entonces estigmatizada, consideraron que el doctorando les restituía la dignidad de un pasado proscrito y mutilado”.