Planes de igualdad para avanzar en la justicia salarial

    24/01/2023.
    Planes de Igualdad

    Planes de Igualdad

    Necesitamos planes de igualdad porque no la tenemos. Si hubiera igualdad las mujeres no tendríamos que trabajar una hora y cuarto gratis todos los días, que es lo que significa la brecha salarial en Asturias, a la cabeza del país. 

    En la brecha salarial de género se materializan múltiples discriminaciones y obstáculos que las mujeres encontramos para el acceso y permanencia, en condiciones de igualdad con respecto a los varones, en el mercado laboral. Por eso, combatir la discriminación económica y laboral es básico para acabar con las desigualdades. 

    En nuestro país, desde hace años se está realizando un importante esfuerzo para avanzar en la eliminación de esta desigualdad salarial, contando para ello con la implicación de varios ámbitos: el legislativo, la ejecución de políticas públicas, la concertación y el diálogo social. 

    Así, los agentes sociales y el Gobierno negociaron el RD 901/2020, por el que se regulan los planes de igualdad y su registro y se modifica el RD 713/2010 sobre registro y depósito de convenios y acuerdos colectivos de trabajo, de igualdad retributiva entre mujeres y hombres. Con la aplicación de ambas normas se pretende mejorar la presencia y participación de las mujeres en el mercado laboral, garantizando no solo su acceso y permanencia, sino también la percepción del salario en base a las características y condiciones de trabajo a realizar.

    Los planes de igualdad ya se habían definido en la ley orgánica 3/2007, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Y fue el RD 6/2019, de medidas urgentes para la garantía de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, el que introdujo dos importantes modificaciones legales: la ampliación gradual de las empresas afectadas por la obligación de contar con un plan de igualdad (pasando de 250 a 50 personas en plantilla) y la obligatoriedad de que todas las empresas cuenten con un registro retributivo.

    Básicamente, el plan de igualdad (que tiene la consideración de negociación colectiva) es un conjunto de medidas tendentes a alcanzar en la empresa la igualdad de trato y de oportunidades, y eliminar, en su caso, la discriminación por razón de sexo.

    Sin plantear medidas concretas (que deberán negociarse, al igual que el diagnóstico, con la representación legal de las plantillas), el acuerdo alcanzado no tendría consideración de plan de igualdad. 

    Hablamos de la búsqueda y eliminación de las discriminaciones por razón de sexo, la modificación de patrones socioculturales, la prevención del acoso sexual o por razón de sexo, la promoción de la igualdad de oportunidades, la conciliación de toda la plantilla, la erradicación de la segregación ocupacional… El plan de igualdad ha de ser transversal, práctico, participativo, dinámico, transparente, colectivo y ejecutable.

    En todo caso, la iniciativa debe partir de las empresas obligadas (de las 25.000 que deberían hacerlo en España, tan solo 9.000 tienen ya plan de igualdad en vigor), cualquier tipo de empresa que así lo quiera, o las Administraciones públicas (que están siendo las más incumplidoras, por cierto, y de hecho hay muchas comunidades autónomas sin plan de igualdad cuando deberían tenerlo desde 2007). 

    En Asturias, fruto de la concertación regional, se creó la figura de la delegada y el delegado de igualdad, iniciativa innovadora y pionera en España, precisamente para ayudar a reducir la brecha salarial, asesorar y colaborar en la mejora de las condiciones de igualdad en el ámbito laboral, promover la implantación de la nueva normativa, impulsar entornos laborales seguros y libres de violencia, y prevenir el acoso.

    La memoria 2022 de “Agentes delegadas de Igualdad” constata la demora de las empresas a la hora de iniciar el procedimiento del plan de igualdad, y un cierto desconocimiento de la legislación. Pero lo más importante: las empresas mostraron una actitud colaboradora y las visitas han supuesto un acicate y un impulso para el cumplimiento de la normativa.

    Sin lugar a dudas, los planes de igualdad son una herramienta valiosísima, sin parangón en Europa, que hemos conquistado con la que avanzar en la igualdad real en los centros de trabajo. Con la que avanzar también en la democracia. 

    Y en ese objetivo siempre contarán con Comisiones Obreras.