Andamios para la reconstrucción

  • Tribuna de José Manuel Zapico, secretario general de CCOO de Asturies, en La Nueva España

Lo primero, la gratitud. Hacia el personal sanitario, las personas que trabajan en los supermercados, quienes se encargan de la limpieza... La mayoría mujeres. Todas y todos merecen mucho más que un aplauso diario: merecen nuestro eterno reconocimiento. Por eso las confederaciones sindicales de Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores hemos dedicado este 1 de Mayo a las personas que están en primera línea, dando lo mejor de sí, jugándose la vida.

30/04/2020.
Tribuna de CCOO de Asturies por el 1Mayo

Tribuna de CCOO de Asturies por el 1Mayo

Trabajadoras y trabajadores que, a pesar del riesgo de contagio y de los deficientes medios de protección, están salvando vidas, ayudando a las personas mayores, dependientes y con discapacidad, garantizando el funcionamiento de los servicios esenciales que requiere nuestra economía. Son ellas las verdaderas protagonistas de esta crisis.
También es de justicia hacer un reconocimiento explícito -y este es el mejor lugar para hacerlo- a los medios de comunicación, que están llevando a cabo un trabajo admirable en condiciones francamente difíciles. La buena información, seria, rigurosa, veraz, resulta imprescindible para entender lo que ocurre, y nos ayuda a pensar mejor la manera de afrontarlo.
Porque tenemos por delante retos enormes que debemos encarar. Para empezar, hay que seguir salvando vidas, y al mismo tiempo, bascular todos los esfuerzos y recursos necesarios para que la economía no se hunda y arrastre consigo a millones de personas en nuestro país. Por eso es necesario prorrogar los mecanismos de ajuste temporal de empleo, inicialmente diseñados para el estado de alarma, el tiempo que sea preciso para sostener nuestro tejido productivo y la supervivencia digna de las personas trabajadoras. Y para ello es imprescindible también la regulación urgente de un ingreso mínimo vital.
Debe garantizarse además que la recuperación de la actividad económica se lleva a cabo sin poner en riesgo la salud de los trabajadores y trabajadoras. Esta misma semana, el 28 de abril, celebrábamos el Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo poniendo el acento precisamente en la debilidad de la prevención de los riesgos laborales en nuestro país, una deficiencia que hay que subsanar.
Son muchas las reivindicaciones que apremian en este 1 de Mayo: necesitamos un nuevo modelo económico y social que priorice los derechos y el bienestar de las personas; situar el trabajo como principal factor de cohesión social; fijar condiciones de empleo dignas y con salarios suficientes; afianzar el papel de la mujer trabajadora en una sociedad más igualitaria y justa; fortalecer y extender los servicios públicos…
El país requiere un pacto de Estado para diseñar una estrategia económica y social de desescalada y salida de la crisis con un cambio de modelo productivo respetuoso con el medio ambiente y asentado en el empleo estable y con derechos.
En Asturias hemos propuesto recientemente 50 medidas articuladas en torno a tres ejes: un plan de contingencia para blindar el sistema sanitario y sociosanitario; una batería de medidas para rescatar la economía real, proteger el empleo e invertir en futuro; y un programa de solidaridad para salir de esta crisis más fuertes y menos desiguales. Propuestas que hemos trasladado al ámbito de la concertación regional, porque es una tarea común ir colocando cuanto antes los andamios para empezar a apuntalar la recuperación de nuestra comunidad. No hay tiempo que perder.
Y algo tenemos claro en CCOO: no podemos afrontar la salida de esta crisis con recortes y privatizaciones, como se nos impuso en 2008, y que provocaron un daño terrible a nuestra sanidad, al empleo y la protección social, y cuyas consecuencias han impedido afrontar con más recursos y eficacia el drama de esta pandemia.
Porque esta crisis ha puesto también de relieve la injusticia del modelo económico imperante. Y este 1 de Mayo es la ocasión de reivindicar que otro mundo, más ético y solidario, es posible. Que otro modelo social y económico es necesario. Y que merece la pena seguir luchando por él.