El uso del amianto, un atentado a la salud

  • CCOO sostiene que se debe hacer justicia con todas las víctimas, para resarcir de los daños, por respeto y dignidad

Con motivo del 28 de abril, Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, como viene siendo habitual desde hace años, CCOO de Asturias convocó a sus delegados y delegadas de prevención a una jornada de sensibilización y formativa. Esta vez, dada la situación sanitaria, se desarrolló de manera telemática. Se organizó bajo el título, “Amianto, peligro de muerte”, y se alertó de que tiene que haber concienciación de este asesino silencioso, que está en todas partes. 

28/04/2021.
Asturias sin amianto

Asturias sin amianto

Con un minuto de silencio en memoria de todas las personas que han perdido la vida a causa del trabajo, comenzó el acto. El secretario general de CCOO de Asturias y el responsable de Salud Laboral inauguraron la jornada. Recordaron que “el amianto asesina lentamente”, ya que su periodo de latencia es muy largo, casi treinta años después de su exposición. Por ello, desde el sindicato se pide reconocerlo como enfermedad profesional, y “hacer justicia con todas las víctimas”, con un fondo de compensación, que “alivie en parte todos los daños causados”, en palabras de José Manuel Zapico. Por su parte Gerardo L. Argüelles, recordó que su uso está prohibido en nuestro país desde 2002. Sin embargo, “los trabajadores y trabajadoras seguimos enfermando y muriendo, el amianto sigue causando graves daños a las salud”.

Acto seguido, el secretario de Salud Laboral de la Confederación Sindical de CCOO, Pedro J. Linares, mandó un saludo y recordó que el fondo de compensación a las víctimas del amianto es una reivindicación sindical. “Hay que dar seguridad jurídica y compensación suficiente a todas las personas que tanto por exposiciones laborales como medio ambientales han sufrido muchísimo en temas de salud y en un peregrinar judicial”.

 En el siguiente punto de la jornada, Lourdes María Caso y Dulce María Platero, técnica superior de Riesgos Laborales y jefa del Área de Medicina del Trabajo del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, respectivamente, tomaron la palabra. Hablaron sobre “obras de desamiantado” y “de la pandemia qué es el amianto”. Alertaron de los distintos tipos de amianto, que está en todas partes, en todos los sectores, dado que es un material económico y de fácilmente manipulable. Como resaltó Lourdes María Caso “aún sigue habiendo caídas de techos de uralita, cubiertas con amianto, registrando en Asturias unos tres accidentes al año”, que son un grave problema de salud pública, dada las partículas que desprenden y que ocasionan graves daños al inhalarse. Dulce María Platero recordó que ya desde hace casi un siglo, en los años 30, se empezó a demostrar lo nocivo del amianto. En 1973 la Organización Mundial de la Salud lo declaró agente cancerígeno. En nuestro país se empezó a prohibir el uso de algunos tipos de asbesto en los ochenta, pero no fue hasta diciembre de 2002 cuando se prohibió definitivamente su uso. Explicó también los distintos tipos de cáncer que se dan y recordó que desde 2011 a 2019 de patologías neoplásicas que tuvieron el amianto como uno de los agentes implicados como carcinomas bronco, mesiotelomas, carcinomas de laringe… 

 En el último punto de la jornada, se trató desde un punto de vista sindical, pegado al tajo. Daniel García Argüelles (de Construcción y Servicios);José María Lombardía y Fernando González (trabajadores de Saint Gobain); y Herminio García (delegado sindical en el CSIC), expusieron sus experiencias con esta sustancia nociva. 

 Daniel García Argüelles subrayó la importancia de que haya un registro del amianto para poder reconocer la enfermedad profesional. Hay que hacer un gran rastreo (“y más en la construcción donde en la vida laboral de un trabajador hay infinidad de empresas”); y es que no es un accidente con efectos inmediatos, son consecuencias a largo plazo, consecuencias mortales”. Con las denuncias los trabajadores y trabajadoras buscan recuperar la dignidad y respeto, que se pague por el daño que se les hizo. 

 José María Lombardía y Fernando González recordaron que hasta finales de los 80 el amianto estaba bien presente en Saint Gobain sin que hubiera medidas de protección. “Hasta algunos trabajadores comían los bocadillos con los guantes llenos de amianto, había una total desinformación”. En 2020, dada la muerte de un trabajador a causa de la exposición al amianto, se reivindicó un seguimiento de otros posibles casos. “Tenemos derecho a que se haga un reconocimiento de nuestra salud. Tuvimos un atentado, no sabemos si voluntario o involuntario, a nuestra salud, cuando trabajábamos con amianto ya eran conscientes del peligro”.

 Para concluir, Herminio García relató que ni se daba formación de riesgos laborales. “No éramos conscientes del peligro de sustancias como el amianto; además, algunos compañeros veían la utilización de EPIs como un paso atrás”. Poco a poco, con acción sindical se fueron logrando avances en materia de prevención, avances también acompañados de sentencias que ganamos.