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Comisiones Obreres d'Asturies | 26 septiembre 2023.

Ya están aquí (los ultras)

  • Tribuna de José Manuel Zapico, secretaría general de CCOO de Asturias, en "La Nueva España"

21/06/2023.
Tribuna de José Manuel Zapico en "La Nueva España"

Tribuna de José Manuel Zapico en "La Nueva España"

En unos pocos años hemos pasado de ser la excepción en Europa (por no tener un partido de ultraderecha en el Congreso) a tener varias comunidades autónomas con gobiernos de extrema derecha. Castilla y León ya no es un caso aislado porque, como reconoció el propio presidente in pectore de la Comunidad Valenciana, los acuerdos con la extrema derecha forman parte de un plan.

Conviene no olvidar lo básico: Vox es un partido extremista y peligroso, quiere eliminar derechos y libertades básicas de las mujeres mientras niega la existencia de la violencia machista, defiende la privatización de las pensiones o quiere volver al urbanismo del pelotazo. Un partido de ultraderecha que criminaliza a los sindicatos, que persigue a las personas por su orientación sexual o que considera que los inmigrantes son personas de segunda que no merecen derechos básicos sino enseñarles la puerta de salida.

La ola autoritaria que sufre Europa desde hace unos años ha llegado a nuestro país. Basta ver lo sucede en Italia, Polonia, Hungría… En todos estos países están desmantelando derechos y conquistas sociales, las mujeres tienen menos libertad, los homosexuales son perseguidos y los inmigrantes son tratados como escoria. Es la primera fase, luego vendrán los recortes y las privatizaciones porque lo que realmente quieren es reducir lo público a cenizas. 

Para la ultraderecha, la educación y la sanidad no son derechos, son simple mercancía, un lucrativo negocio para los millonarios que la financian con generosidad porque, no lo olvidemos, estos partidos son el brazo político de los milmillonarios y la elite financiera que quiere disponer de un mecanismo de seguridad para poder blindar sus privilegios y continuar con su particular proceso independentista: no quieren pagar impuestos, no quieren arrimar el hombro, no quieren contribuir al bien común porque solo les preocupa la propiedad privada y maximizar sus beneficios. Es pura codicia. 

Para conseguirlo necesitan una industria de la mentira, del odio y de la polarización. Se aprovechan de la precariedad vital, del hartazgo y la decepción para sembrar ira y recoger los frutos. Su estrategia es sencilla: enfrentar al último con el penúltimo para que sus patronos sigan disfrutando de los beneficios millonarios que generan nuestras crisis.

El miedo es su materia prima y el odio su gasolina. Se presentan como los rebeldes frente al sistema, la alternativa a una “dictadura progre” obsesionada con prohibir, la opción de quien quiere seguridad y orden, pero lo cierto es que son un gran fraude y una monumental estafa. 

Dicen que están en contra de las autonomías, pero cuando llegan a los gobiernos regionales multiplican los altos cargos y suben los sueldos. 

Dicen que hay que acabar con las subvenciones públicas a los partidos, pero Vox se ha convertido en una Sociedad Anónima muy rentable que gestiona millones de euros con total opacidad. 

Dicen que defienden a la mayoría, pero propugnan que la educación y la sanidad estén en manos privadas y que cada uno se pague la suya. 

¿Qué hubiera pasado en la pandemia si no hubiéramos tenido un sistema sanitario público capaz de combatir el virus y proteger nuestra salud? ¿Cuántas personas hubieran podido pagar los 20.000 euros que supuso la estancia media en UCI durante la covid?

Criminalizan a los inmigrantes, pero si queremos afrontar el invierno demográfico en buena parte de Europa son imprescindibles para rejuvenecer nuestras sociedades y garantizar los ingresos que requiere nuestro sistema público de pensiones. 

En Hungría se tortura psicológicamente a las mujeres que quieren abortar. Puede sonarnos muy lejano, ya lo intentaron aquí al lado, en Castilla y León. No es retórica, son hechos. 

En Asturias, los ultras han logrado imponer su programa en Gijón y ya forman parte del gobierno. La ciudad más poblada de Asturias será la punta de lanza de la involución. Los derechos de las mujeres o la igualdad será solo el primer plato. Foro aspiraba a ser un partido de derecha moderada y asturianista pero este sábado ha escrito su certificado de defunción. 

Este jueves y viernes Comisiones Obreras de Asturias organizamos unas jornadas para analizar la ola autoritaria que azota Europa. Contaremos con los compañeros y compañeras de la CGTP portuguesa, de la FGTB belga, de la CGIL italiana o de la CGT francesa; con profesores universitarios y expertos como Guillermo Fernández Vázquez, Enrique del Teso y Holm-Detlev Köhler, que nos permitirán reflexionar sobre el papel que debe jugar el sindicalismo ante la ultraderecha. 

Un espacio de reflexión necesario desde el que podamos abordar los retos estratégicos que tenemos por delante. Ahora más que nunca toca defender la democracia, los derechos humanos y las libertades básicas. La izquierda debe ofrecer un proyecto de ilusión y futuro para la mayoría porque es posible un país más justo, donde la igualdad de oportunidades sea una realidad, en el que haya empleo decente con salarios dignos, los cuidados sean un asunto de Estado, y la educación y la investigación apuestas incuestionables. 

Es cierto que a la ultraderecha se la identifica mal, pero se la para bien, en sus inicios. Por el contrario, cuando se consolida en las instituciones se la identifica bien, pero se la para muy mal. El 23 de julio tenemos una buena oportunidad, no la podemos desaprovechar con nuestro voto.