Cuidar del turismo y a quien lo trabaja

  • Tribuna de José Manuel Zapico, secreatario general de CCOO de Asturias, en "El Comercio"

05/07/2023.
Tribuna en "El Comercio" sobre turismo

Tribuna en "El Comercio" sobre turismo

Desde hace años Asturias está escalando posiciones entre los destinos turísticos de nuestro país, atrayendo a personas que buscan algo más que sol y playa. Nuestra comunidad tiene mucho que ofrecer (aparte de eso): una naturaleza admirable, belleza y tranquilidad, gastronomía y cultura, un patrimonio industrial único. 

Los datos son reveladores: en los primeros meses de 2023, en cada uno de ellos, Asturias ha recibido más visitantes que en 2019, antes de que la pandemia impusiera cierres y limitaciones. Aumentan además de manera notable tanto las pernoctaciones de residentes en España como de personas extranjeras. También lo hace el gasto: según detalla un reciente informe de CCOO, los índices de rentabilidad en el primer cuatrimestre de 2023 del sector hotelero en nuestro país han subido el 24,3%. En Asturias, el ingreso por habitación disponible se incrementó en los cuatro meses analizados.

Pero, cuidado, no aumentó en la misma proporción el personal empleado en los establecimientos hoteleros, más bien al contrario. En enero de 2019 había (1.760) casi cien personas más trabajando que en el mismo mes de 2023 (1.684). Y lo mismo ocurrió en febrero y marzo. Dicho de otra forma: durante todo ese tiempo (solo en abril había más personas trabajando que en el mismo mes de 2019) menos personas tuvieron que encargarse de atender a un número mayor de clientes, con lo cual las cargas de trabajo, obviamente, se incrementaron. Y esto no es lo apropiado.

Ya hemos resaltado que Asturias tiene mucho a su favor y cuenta con una gran oportunidad de afianzar un turismo “serio”, profesional y de calidad, pero no podrá atender a los posibles clientes de la mejor manera con las peores condiciones laborales de quienes tienen que hacerlo. No se puede ofrecer un servicio premium con empleo low cost.

Después de muchos años de reivindicación y lucha, por fin hace unos meses logramos arrancar de la patronal Otea un convenio que mejora sensiblemente las condiciones laborales y salariales de 30.657 trabajadores y trabajadoras del sector de la Hostelería. Un convenio que hay que extender en todos sus términos, un convenio colectivo que hay que cumplir.

Pero mientras esperamos a que respete lo pactado, la patronal asturiana del sector insiste en la falta de personal (por cierto, España destaca como uno de los países con menor nivel de vacantes, con una tasa del 0,9% frente a la media europea del 2,8%); y podrá darse algún caso puntual, pero con 43.126 personas apuntadas en mayo como demandantes de empleo en el sector Servicios parece inverosímil que no se cubran las vacantes si se ofrecen empleos decentes con salarios dignos. Porque ahí radica el problema. 

Desde el inicio de la pandemia más de 75.000 trabajadores y trabajadoras en España han abandonado el sector hostelero en busca de trabajos con mejores condiciones salariales y laborales, tal como recoge el informe del sindicato. “Los turnos partidos, el trabajo en fines de semana y festivos, los amplios horarios de apertura de bares y restaurantes y la negativa incidencia del aumento de cargas de trabajo en la salud laboral del personal de alojamiento, hacen que la demanda de empleo por parte de las empresas para cubrir los picos de actividad de las temporadas altas de turismo, encuentre problemas para ser cubierta”. Otra prueba del creciente desapego hacia el sector es la disminución alarmante que se está registrando en los últimos años de alumnos y alumnas en escuelas de hostelería y turismo. Y la formación tiene una importancia estratégica. 

Simplemente la patronal de la hostelería está recogiendo lo que ha sembrado durante años de precariedad laboral. No cuidar a sus profesionales ha provocado un gran proceso de “renuncia”. Y quienes siguen apostando por el sector se encuentran con una patronal muy cicatera, que con una mano pide ayudas públicas y con otra niega el pan y la sal a los trabajadores y trabajadoras, de ahí que también sea urgente un plan de la Inspección de Trabajo en la hostelería asturiana contra la explotación laboral y que frene la competencia desleal entre establecimientos.

En CCOO entendemos que, desde el reconocimiento de la importancia económica y laboral del turismo, resulta imprescindible demandar a las empresas del sector una reorientación de su actividad hacia la sostenibilidad social y ambiental, basada en el trabajo decente y en la distribución equitativa de los beneficios. Un sector que apueste por la calidad durante todo el año, con productos agroalimentarios de cercanía y con empleo de calidad que aproveche las oportunidades de la digitalización para ofertar servicios con alto valor añadido.

Y en ese objetivo pueden ayudar los fondos europeos, ya que hay un apartado específico para ello de 3.400 millones, orientados precisamente a promover actuaciones que transformen su actividad desde el respeto al medio ambiente y al trabajo digno, avanzando hacia un modelo más sostenible, de mayor calidad y más rentable.

Por otra parte, el último acuerdo de concertación en Asturias, con vigencia hasta diciembre de 2023, recoge medidas concretas en relación al turismo, como “el impulso de la difusión y promoción del patrimonio industrial, con especial atención al minero” o “acciones de formación específica para el sector”. Porque todo suma.

Como primer sindicato tenemos una responsabilidad (y un compromiso demostrado) con el empleo y la mejora de las condiciones laborales del conjunto de la clase trabajadora. Y como organización sociopolítica la asumimos igualmente con el respeto hacia esta tierra en la que queremos seguir viviendo y trabajando. También con el turismo.