La importancia vital de los cuidados

  • Úrsula Szalata, Igualdad de CCOO de Asturias, en "La Nueva España"

30/10/2024.
Tribuna de Úrsula Szalata en "La Nueva España"

Tribuna de Úrsula Szalata en "La Nueva España"

Todos los días tenemos que hacerlo: cuidar a quien lo necesita. Y todo el mundo lo necesitará alguna vez a lo largo de su vida. También hay que tratar como corresponde a las personas que son cuidadoras. La celebración del “Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo” es una buena ocasión para recordar su importancia. 

En julio de 2023 la ONU declaró el 29 de octubre “Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo” para poner de relieve la labor de tantas personas que cuidan de otras, tanto en el ámbito formal como informal de los cuidados. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas ya asumían la necesidad de reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promover la corresponsabilidad compartida en el hogar y la familia, considerando además la tendencia mundial acelerada al envejecimiento de la población, lo que requerirá más trabajo del cuidado y apoyo.

Aunque todas las personas tenemos derecho a ser cuidadas cuando lo necesitamos, desde la infancia hasta la vejez, en la enfermedad, la discapacidad o la dependencia… son muchas las necesidades de cuidados que quedan sin cubrir por parte del Estado, y recaen en el ámbito familiar, y más concretamente sobre las mujeres. Por eso consideramos que la política de cuidados debe formar parte del Estado de bienestar, porque el derecho social del cuidado debe ser universal, igual que se universalizó el derecho a la enseñanza o a la sanidad. 

En este sentido, la Confederación Sindical de CCOO viene planteando desde hace meses un pacto de Estado integral por los cuidados que apueste decididamente por la inversión en el sector y por unos servicios públicos de calidad, accesibles, universales, con empleo y salarios dignos. En el plano laboral, entendemos que la igualdad efectiva entre hombres y mujeres no es posible si no se hace realidad la corresponsabilidad familiar y la corresponsabilidad social. Por eso, el pacto de Estado debe incluir los cuidados en sentido amplio: los de la infancia, los cuidados de larga duración y los cuidados indirectos (limpieza, cocina…). Algo de tanta relevancia social no puede quedar fuera de las políticas, las normas, los derechos laborales y los servicios públicos. 

Al final de la presente legislatura, Asturias contará con 43.700 personas dependientes. En los últimos cuatro años la cobertura del Sistema para la Autonomía y la Atención a la Dependencia (SAAD) se incrementó el 48%, tal como recoge el acuerdo de concertación social firmado recientemente entre el Gobierno asturiano y los agentes sociales y económicos. Por tanto, Asturias necesita intensificar los esfuerzos para poder atender la demanda actual y futura, reduciendo los tiempos de espera y garantizando que la atención sea de calidad.

Reducir los tiempos de espera es primordial. Hay personas que se mueren sin haber recibido la atención a la que tenían derecho. Y no puede ser. Cuando se firmó el acuerdo de concertación social, el 19 de septiembre, había en Asturias 1.346 personas en situación de dependencia a la espera de ser atendidas. El plazo medio de resolución de la situación de dependencia y del reconocimiento del derecho a las prestaciones del SAAD se encuentra en una media de ocho meses, dos por encima del plazo legal establecido (que es el objetivo que nos hemos marcado las organizaciones firmantes del pacto, si bien lo ideal sería bajarlo a los tres), aun teniendo en cuenta que la demanda se incrementa anualmente por encima del 6%.

También habrá que adecuar la normativa sobre los requisitos de autorización y acreditación de los servicios sociales, de modo que se aseguren los estándares de calidad acordes, así como la dignificación de las personas dedicadas profesionalmente al cuidado.

En Asturias ya contamos desde diciembre de 2021 con la “Estrategia CuidAs”, que contiene medidas para garantizar el reconocimiento de derechos y el acceso a recursos y servicios, pero también para mejorar la gestión de las solicitudes, siempre bajo el principio marcado en la ley de que nadie quede fuera del SAAD por falta de recursos económicos.

No olvidemos tampoco que la brecha de cuidados impacta en la brecha laboral y salarial. Y una de las causas reside en el reparto del trabajo no remunerado de cuidados que realizamos principalmente las mujeres. Al adjudicarnos las responsabilidades de los cuidados nos quitan además tiempo, oportunidades, empleo y salud. Y cuando se realiza de forma remunerada se trata de empleos especialmente infravalorados social y económicamente.

En resumen, apostamos por la inversión en el sector y por servicios públicos de calidad como garantía del derecho de la ciudadanía a recibir cuidados profesionales del Estado cuando lo necesite, desde la corresponsabilidad social y empresarial, con la máxima implicación de los hombres. No nos sirven medidas de conciliación con las que solo las mujeres dejamos el empleo. Un sistema integral de cuidados es básico para avanzar en igualdad efectiva, en justicia social, cohesión y solidaridad.

Como viene haciendo, CCOO se implicará en el pacto social de cuidados que hemos comprometido en el acuerdo de concertación, y que ha sido una de las principales propuestas defendidas por el sindicato.