Hay que acabar con el despropósito de la vivienda

  • Tribuna de José Manuel Zapico, secretario general de CCOO de Asturias, en "El Comercio"

05/12/2024.
Sobre Vivienda

Sobre Vivienda

Viviendas vacías y familias que no pueden acceder a la vivienda. Precios del alquiler inasumibles para un creciente número de personas. Alojamientos turísticos que acaban expulsando a los vecinos y vecinas de sus propios barrios. 

El problema de la vivienda se está convirtiendo en una bomba de relojería social. Existe un gran descontento: esto no puede seguir así. 

La situación es muy preocupante. En Asturias el precio del alquiler se incrementó más del 11% en el último año, cuando la clase trabajadora ha perdido más de siete puntos de poder adquisitivo en los tres últimos. Mientras el salario mínimo se sitúa en 1.134 euros, el precio medio del alquiler alcanza los 800 en Oviedo y supera los 900 en Gijón. El coste de una habitación se ha disparado un 35% en cinco años. Esto explica también que la escasa emancipación de la juventud asturiana. El precio de la vivienda se ha puesto por las nubes y hay que pinchar esta burbuja. 

Desde CCOO defendemos el derecho a una vivienda digna, asequible y adecuada como un derecho subjetivo. Y para ello planteamos medidas muy concretas en nuestra campaña “Vamos facelo”: el impulso del parque público, mediante la construcción y rehabilitación de vivienda vacía; la limitación del precio máximo de los alquileres, con intermediación pública; y la movilización de viviendas vacías privadas para destinarlas al alquiler social garantizado.

España arrastra cuatro décadas fallidas de política de vivienda, pero muy exitosas para el negocio inmobiliario, financiero y constructor. Se privatizaron 2,7 millones de viviendas a precio asequible desde 1980, así que hoy el parque público en nuestro país podría constar de 4,7 millones de viviendas si la regulación de la vivienda protegida no hubiese permitido su descalificación. La desaparición de viviendas protegidas ha dejado a la mayoría de la población sin más opción que el mercado libre, lo que ha agravado los problemas de acceso a este bien de primera necesidad, recordando que los hogares destinan ahora al alquiler una media del 40% de sus ingresos. La consecuencia es que se está empobreciendo a cuatro de cada diez familias.

España dispone de 3,8 millones de viviendas vacías -más de 100.000 están en Asturias-, y 350.000 viviendas turísticas (al menos 8.755 aquí), pero no están al alcance de la población joven y los hogares de bajos ingresos. Establecer políticas que movilicen vivienda vacía y turística hacia el alquiler podrían incrementar el parque en un 66% en las capitales de provincia y en las ciudades de más de 50.000 habitantes.

Hay soluciones. CCOO acaba de proponer la creación de un fondo público de inversión en vivienda asequible que financie 50.000 viviendas anuales. Y las viviendas que se construyan o adquieran deben ser calificadas como “Viviendas protegidas permanentes”, sin que quepa su descalificación posterior.

El anuncio del presidente del Gobierno central para crear una “gran empresa pública de vivienda” creemos que va en la buena dirección para incrementar sustancialmente nuestro parque público de vivienda, siempre que cuente con un presupuesto acorde al inmenso reto que tiene por delante. 

En Asturias se están dando pasos en la dirección correcta. Algunos se recogen en el acuerdo de concertación social que acabamos de firmar. Acabamos de arrancar un compromiso con la Consejería de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos de que a partir de 2025 una buena parte de las 100.000 viviendas vacías que hay en Asturias puedan estar disponibles para alquilar a precios asequibles. A cambio de facilitarlo, los propietarios y propietarias estos pisos contarán con el aval del Gobierno regional para garantizarse el cobro del importe de las mensualidades de alquiler. 

Es una medida de urgencia. A largo plazo la solución pasa por consolidar un amplio parque de vivienda pública y de vivienda social de alquiler que asegure un alojamiento adecuado a un coste asequible. 

La vivienda es un derecho, no un privilegio. Y hay que hacerlo posible. Para ello necesitamos una ley de vivienda en Asturias que la reconozca como derecho subjetivo.