Transición energética y empleo: seguimos en la incertidumbre

  • Tribuna de J. M. Zapico, secretario general de CCOO de Asturias en "La Nueva España"

La emergencia climática global ha forzado una transición energética que afecta a toda la economía, pero sobre todo a empresas y sectores productivos con mayores emisiones. Nuestro país se apresuró a la hora de asumirlo, con políticas más ambiciosas si caben, pero que no han venido acompañadas de la misma ambición en las medidas para garantizar que la transición sea justa y no deje por el camino a territorios enteros.

20/02/2025.
Transición energética y empleo

Transición energética y empleo

Las consecuencias las sufrimos con especial dureza en Asturies: cierres y pérdida de puestos de trabajo, sin inversiones o alternativas. Por si esto fuese poco, en los últimos meses hemos visto cómo importantes empresas industriales han asegurado que prefieren renunciar a las ayudas y paralizar los procesos de descarbonización comprometidos.

La Comisión Europea acaba de dar un paso al frente anunciando medidas para apoyar la industria y rebajar el coste de la energía. La propia Úrsula Von der Layen, pensando probablemente en las estrategias agresivas de EEUU y China, reconoció que “tenemos que ser capaces de adaptarnos”, ser más “flexibles” y “pragmáticos” en lo que respecta a los objetivos del Pacto Verde y en su transición. Sin abandonar el objetivo de descarbonización, quizá haya que medir más el proceso y acompasarlo mejor. 

Es un hecho que los puestos de trabajo ya destruidos y los potencialmente amenazados por esta nueva reconversión cuentan generalmente con buenos convenios. ¿Van a ser así los nuevos? Está por ver. A estas alturas nadie cuestiona -recordemos las luchas durante décadas en el sector industrial para conseguir empleos decentes y salarios dignos- que la intervención sindical, a través del diálogo social y la negociación colectiva, va a jugar un papel crucial para garantizar una transición justa y efectiva para las personas trabajadoras. De hecho, el nuevo eje de nuestra campaña “Vamos facelo” se centra precisamente en energía y empleo.

Un reciente informe de CCOO, “Transición energética en las empresas y relaciones laborales”, resalta que los procesos de transición no se vienen desarrollando de forma homogénea y equitativa, sino que están generando brechas entre zonas geográficas y sectores productivos. Y analiza varias empresas, tres de ellas con presencia en Asturies: ArcelorMittal, Hunosa y Ence. 

ArcelorMittal ya planteó hace unos años la reestructuración de sus instalaciones, y sustituir los hornos altos por hornos eléctricos para cumplir con las exigencias europeas. Pero ha paralizado sus proyectos de reducción del mineral de hierro (DRI) en Europa. De no revertirse esta situación, prescindiría de la fase primaria trayendo, en el mejor de los casos, los productos semielaborados de otras plantas del grupo fuera de Europa, donde las condiciones medioambientales son menos garantistas. Sabemos que la adopción de nuevas tecnologías es un proceso que lleva tiempo y no es tarea fácil. Pero desde CCOO de Asturies seguiremos peleando por mantener la siderurgia integral en nuestra tierra.

Por su parte, en Hunosa estamos negociando un nuevo el Plan de Empresa con el objetivo de garantizar la actividad del grupo en la transición de una estructura de empresa minera a otra con actividad centrada en el desarrollo de energías renovables, servicios mineros y actividades de restauración medioambiental. Y tenemos que lograrlo. 

En cuanto a Ence, la empresa confirmó recientemente que no solo mantiene sus planes de descarbonización para la planta papelera de Navia, sino que está decidida a incrementar sus objetivos de reducción de emisiones. 

La transición energética está trayendo consigo la pérdida de empleos, pero también la creación de otros, así como cambios en el mapa laboral y la demanda de nuevas competencias. Así que la formación profesional dual y la inversión en I+D+i van a resultar determinantes.

El informe del sindicato subraya que los procesos de reestructuración vinculados a la transición energética están todavía en una fase “incipiente”. La conclusión quizá más desalentadora es que estos procesos han supuesto una escasa creación de nuevos puestos de trabajo, al menos hasta ahora. 

Por ejemplo, en términos de empleo, ArcelorMittal ha reconocido que el coste del cierre de un horno alto es mucho mayor que los impactos que podrían tener los proyectos alternativos como el horno eléctrico. La multinacional había calculado que la plantilla se reduciría a la mitad en el proceso de descarbonización de sus instalaciones en Asturies. Y esto, en un multinacional con beneficios millonarios, hay que evitarlo exigiendo alternativas.

Por todo ello, desde CCOO entendemos que el país necesita una nueva política industrial, sostenible y competitiva, capaz de garantizar la autonomía estratégica del modelo productivo. En situaciones críticas, como la pandemia, comprobamos la importancia de tener una industria fuerte y avanzada tecnológicamente. Nuestra soberanía y la de Europa dependen en gran medida de ello. Por eso es urgente reforzar las inversiones en industrias productivas sostenibles, garantizar su carácter estratégico, contar con Estados valientes que vuelvan a intervenir. También necesitamos avanzar en la reducción de emisiones, la mejora de la eficiencia energética, el uso más intensivo de energías renovables y la integración de la economía circular en la producción.

Y en lo que más nos concierne como sindicato, los objetivos pasan por conseguir que la transición no destruya empleo, sino que impulse nuevos sectores capaces de generar trabajo, con salarios dignos y condiciones decentes. La prosperidad no debe ser patrimonio exclusivo de los grandes ejecutivos y los consejos de administración. El futuro pasa por repartir la riqueza, defender el bien común, conseguir sociedades más justas, en las que la igualdad de oportunidades no sea un brindis al sol. Por eso luchamos cada día, con más de dos mil delegadas y delegados, y miles de afiliados y afiliadas que son la primera línea de defensa de la justicia social y los derechos laborales en Asturies.