¡Hasta cuándo!

  • Tribuna de Úrsula Szalata en "La Nueva España"

25/11/2025.
¡Hasta cuándo!

¡Hasta cuándo!

Bien sabemos nosotras que “el machismo nos cuesta la vida”. Y no es solo el acertado lema de la manifestación convocada por el movimiento feminista para este 25-N en Avilés, sino la dolorosa realidad que sufrimos a diario. Produce escalofríos solo de pensarlo: al menos 39 mujeres asesinadas en lo que llevamos de año en nuestro país, 1.334 desde que empezaron a contabilizarse, en enero de 2003. ¡Hasta cuándo!

En una sociedad cimentada sobre la discriminación, las mujeres seguimos siendo víctimas de todo tipo de violencias: física, sexual, económica, con fines de explotación... La violencia contra las mujeres es sin lugar a dudas la mayor injusticia y crueldad que se ha cometido desde que el mundo es mundo, y una urgencia colectiva actuar para eliminarla.

Son muchas las violencias que sufrimos dentro de una violencia estructural, invisivilizada y a veces desconocida, que en ocasiones se justifica con la tradición y las costumbres. Que revela hasta qué punto somos una sociedad tremendamente machista y patriarcal.

A pesar de los frenos que tratan de ponernos, seguimos dando pasos. Y las históricas reivindicaciones de las mujeres y del movimiento feminista, del que CCOO forma parte, ya desde la dictadura franquista (dos semanas después de la muerte del dictador, compañeras del sindicato convocaban de forma clandestina en Madrid las I Jornadas Estatales por la Liberación de la Mujer) se van consolidando en leyes que conllevan garantías.

Uno de esos avances lo representa la aprobación en septiembre del anteproyecto de ley orgánica de medidas en materia de violencia vicaria: la más cruel expresión de la violencia de género, porque atenta contra el hijo o hija de una madre con la intención manifiesta de causarle dolor… también a ella. Y es importante porque establece su definición jurídica, la tipificación como delito, y articula medidas de prevención, atención y reparación de las víctimas, dando cumplimiento al Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

Es relevante también destacar la incorporación al Código Penal de la prohibición de publicar o difundir textos, imágenes, mensajes o contenidos que tengan relación directa con el delito cometido. Que ningún asesino se lucre ¡encima! con el relato de su crimen.

Tenemos más frentes. Porque hay que parar el avance de la ultraderecha. Ninguna mujer libre y con conocimiento de causa debería apoyar a un partido que sencillamente pretende quitarle derechos, devolverla a la prisión del hogar, relegarla a la sumisión. Y por favor, no se puede frivolizar con lo que representó la dictadura. ¿Quién quiere que nos prohíban de nuevo trabajar fuera de casa, o que  necesitemos el permiso del hombre para abrir una cartilla de ahorro en el banco? Porque así, y mucho peor, era durante el franquismo para las mujeres.

Por eso hemos aplaudido también la reforma del artículo 43 de la Constitución, que blinda y garantiza el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, lo que impedirá que los futuros Gobiernos lo puedan limitar o revertir. Porque son nuestros derechos los primeros que peligran cuando los ultras llegan al poder.

En este 25N las mujeres, pero también los hombres de CCOO, reafirmamos nuestro compromiso frente al machismo y sus violencias, así como nuestra voluntad firme de seguir actuando en los centros de trabajo para acabar con todas las discriminaciones. Aunque los avances son evidentes, queda mucho por conseguir. Y todo lo logrado hasta ahora tampoco tiene garantía de permanencia cuando la extrema derecha y la derecha extrema nos tienen a las mujeres en su punto de mira.

Así que debemos mantener viva la memoria y la lucha. Nos vemos a las 19:00 en la Plaza del Vaticano.