Necesitamos trabajos decentes

  • Tribuna de J. M. Zapico, secretario general de CCOO de Asturias, en "El Comercio", con motivo del 7 de octubre, Jornada Mundial por el Trabajo Decente

07/10/2025.
Tribuna de J. M. Zapico en "El Comercio"

Tribuna de J. M. Zapico en "El Comercio"

Hace diecisiete años que la Confederación Sindical Internacional, de la que Comisiones Obreras forma parte, declaró el 7 de octubre Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Y desde entonces no hemos dejado de recordarlo, de reivindicarlo, con todo tipo de actos y movilizaciones. Y lo hacemos porque el trabajo decente no ha llegado a todo el mundo.

Por trabajo decente se entiende -tal como estableció la OIT en 1999-, el empleo digno, con ingresos justos y protección social, que garantiza la salud y seguridad, y la igualdad de oportunidades, sin discriminación. También el que asegura la libertad de expresión y asociación, posibilita el desarrollo personal y contribuye a la justicia social. Pero un breve repaso a estos indicaciones muestra lo mucho que queda para alcanzar todas esas metas. 

Empecemos por el empleo. Si bien el mercado laboral asturiano ha evolucionado favorablemente en el último año, y que gracias a la reforma laboral lo ha hecho también su calidad, con cifras récord de contratación indefinida y a jornada completa, no lo es menos que estamos aún lejos del objetivo del pleno empleo, con 41.100 personas en paro (según la última EPA) y cifras inasumibles de desempleo juvenil y paro de larga duración. Así que la mejoría del mercado laboral tiene que extenderse más. Y hacerlo cuanto antes. Porque la dignidad no puede esperar.

Sigue habiendo trabajos precarios. Muchas personas en Asturies sufren de pobreza laboral, es decir, cuentan con un empleo pero este no cubre sus necesidades básicas. En el SEPE hay de hecho miles de demandantes de empleo que buscan un trabajo para complementar el que tienen o sustituirlo por uno mejor.

Hablamos de salarios dignos. Aunque el último Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), cuya vigencia termina este año, ha propiciado una clara recuperación de los salarios, no ha sido suficiente para compensar la pérdida de poder adquisitivo acumulada durante años de crisis, recortes y políticas de austeridad. Tal como recoge el informe “Asturies 2025” de CCOO, las personas asalariadas en la región sufrieron una pérdida de poder adquisitivo cercana a 12% entre 2008 y 2022. Así que hay mucho que recuperar (con una inflación desatada además en los últimos años y unos precios de la vivienda por las nubes), y en ello centramos nuestros esfuerzos con los convenios que estamos negociando y las subidas del SMI.

Hablamos también de salud y seguridad en el trabajo. Porque no es empleo decente el que nos enferma y cuesta la vida. Y aquí hay que referirse a la siniestralidad laboral que (sin llegar a los niveles escandalosamente dramáticos de hace unas décadas, que gracias también a la presión sindical conseguimos reducir) está sufriendo un repunte preocupante en los últimos meses. Sin olvidar el deterioro generalizado de la salud mental provocado por unas condiciones laborales que distan mucho de ser adecuadas. 

Hablamos de igualdad. Porque hace falta. Porque las brechas persisten, y hay que seguir empujando por los planes de igualdad en las empresas, donde también se han producido avances destacables, pero todavía insuficientes. Sin olvidar el acoso sexual en el trabajo que sufren las mujeres, y que hay que erradicar. No es decente un trabajo en el que se cometen también esta clase de abusos.

Sobre el derecho a la libertad sindical podríamos extendernos también. En los últimos meses hemos tenido que manifestarnos en reiteradas ocasiones en apoyo a “Las Seis de la Suiza”, condenadas injustamente. Hacer sindicalismo no es delito. Lo sabemos bien en Comisiones Obreras, con un largo historial de persecución sindical, que arranca en la clandestinidad, cuando había personas que se jugaban la vida por las libertades y los derechos democráticos. Y que hay que seguir defendiendo. El penúltimo episodio lo hemos tenido esta semana cuando la empresa SOGEPSA ha sido condenada por vulneración de los derechos fundamentales a la libertad sindical, a la intimidad y a la garantía de indemnidad de nuestra delegada.

No menos importante es el derecho a la protección social. Y también aquí estamos reclamando mayores coberturas por desempleo (que también son mejores de lo que eran gracias a la movilización y negociación sindical). Y hay que garantizar que las rentas básicas, como el salario social y el ingreso mínimo vital, se tramitan con diligencia.

El trabajo decente es el objeto de análisis y debate de la Escuela de Verano Laboralista Anita Sirgo, que CCOO de Asturies celebró por primera vez en julio, y en la que pretendemos, con personas expertas en Derecho del Trabajo, recordar todo lo andado hasta ahora y los desafíos que tenemos por delante (empezando por la reducción de jornada) para que el trabajo, un trabajo estable y con derechos, un trabajo decente, nos garantice una vida digna.